EQUO Daimiel pedirá a UNICEF que retire al municipio el reconocimiento como “Ciudad Amiga de la Infancia” de acuerdo a la Convención sobre los Derechos del Niño, al permitir el despropósito de regalar entradas a las corridas de los toros a niños, niñas y adolescentes del municipio a la salida de los Colegios, luego de que España haya sido instada por el Comité de los Derechos del Niños de la ONU a alejarles de la violencia de la tauromaquia el pasado 8 de febrero del 2018.
EQUO Daimiel muestra su total rechazo a la posibilidad de que los niños, niñas y adolescentes reciban entradas gratuitas para acudir a las próximas corridas de toros en Daimiel. Este espectáculo muestra la violencia hacia un ser indefenso, y su único fin es el disfrute insensible de unos pocos, ensalzando la equivocada creencia de superioridad de la raza humana frente a los animales.
Sorprende, a EQUO Daimiel, que de hecho, este tipo de eventos con cada vez menos tolerancia y adeptos entre la población daimieleña y siendo declarada “Ciudad Amiga de la Infancia” tenga el consentimiento la empresa “Tauroemoción” de regalar entradas en los colegios.
Para EQUO Daimiel es incoherente que un municipio tenga el sello como “Ciudad Amiga de la Infancia”, ya que las corridas de toros no son ni más, ni menos que un acto de tortura contra un ser vivo que siente y padece hasta que le llega la muerte, violentando la integridad física y mental de niños, niñas y adolescentes tal como ha especificado la ONU en sus recomendaciones.
EQUO Daimiel argumenta, que precisamente a pesar del aumento de la sensibilización daimieleña en relación a la barbarie taurina, el sector público e institucional siga anclado en el pasado. Prueba de ello son las subvenciones de dinero público con las cuales el Ayuntamiento sigue financiando al mundo taurino, y la nefasta apuesta de permitir que una empresa fomente la tauromaquia en infantes al intentar continuar este espectáculo sangriento desprovisto de sensibilidad, que para nada representa la cultura del municipio, sino la máxima exaltación de la violencia, que más bien debería ser erradicada.
—–